DEL MANANTIAL DEL CORAZÓN





 
DEL MANANTIAL DEL CORAZÓN

Texto  y  fotografías:  Eugenia Galeano Inclán
Diciembre 2016

Nuestro México es diverso y maravilloso. Cada región tiene su propia cultura y siempre es grato que algún lugareño nos permita conocer sus detalles.   La actriz, dramaturga, directora, docente teatral, además de contar con un Diplomado en Dirección de Teatro para Niños, literatura, protocolo, periodismo y dramaturgia, Concepción León Mora, conocida como Conchi León, está tan orgullosa de sus orígenes que se ha convertido en promotora de Yucatán.   Conchi es una mujer empapada del Mayab de pies a cabeza que utiliza su dramaturgia para dar a conocer los aspectos culturales de su región.  Su teatro es vivencial.  Basa sus obras en hechos reales de sucesos propios o ajenos, toda vez que es una observadora nata y tiene mucha sensibilidad.  Surgió a la fama con "Mestiza Power", obra que ha presentado tanto en nuestro país como en el extranjero, logrando que ésta se convirtiera en un referente del teatro mexicano.   En 2005 fundó la agrupación teatral Sa'as Tun, misma que ella comanda y cuyo propósito es cubrir la necesidad de desarrollar un lenguaje propio que a la vez sea común para hable del misticismo y la memoria de los indígenas Mayas de Yucatán.

Su propuesta más reciente DEL MANANTIAL DEL CORAZÓN versa sobre la vida y la muerte.  Si de algo se tiene certeza es que todo ser vivo algún día morirá, así que hay que honrar a la muerte tanto como a la vida.  Escribió el texto inspirándose en el dolor de su madre por haber perdido a su hija mayor.  Aun cuando tenía otras hijas, Conchi y sus hermanas pudieron constatar que el hueco que sentía su madre no podía llenarse con nada.  Sacó en claro que cuando un hijo fallece el agua de las lágrimas de la madre sale DEL MANANTIAL DEL CORAZÓN lastimado.  Es así como surge un mosaico de relatos.  Los personajes son cinco mujeres -cuatro adultas y una menor-.  Cada una con un destino distinto.  Se van entrelazando las historias de una embarazada que se preocupa de cómo nacerá su nené, otra que se siente embrujada, la madre de un niño especial, una comadrona, aquellas que van a la iglesia a ver de qué se enteran y otras más.  Lo que más se retrata es el sentir individual.  También se habla de celebraciones, rituales, creencias, religiosidad, tradiciones, costumbres y las diferencias entre niños y niñas.  Todo esto queda enmarcado dentro de la fe de cada quien, el sahumerio y los mitos.  Por si fuera poco, se intercalan diversos términos mayas, con sus correspondientes significados.  En resumen, una travesía que va del pre-parto, el parto en sí y el post-parto hasta el destino del recién nacido. 

El montaje es sencillo, pero lleno de misticismo y simbolismos.  El espacio escénico es presidido por cuatro crucifijos, a fin de representar los puntos cardinales del Mayab, en tanto que al mismo tiempo el escenario se convierte en escaparate de artesanía tradicional mexicana, como los hermosos y originales muebles de madera con entramado de hilos de hamaca, en lugar de bejuco, o bien, la bellísima vestimenta de la región engalanada por coloridos bordados o finos encajes.  Ingeniosa la forma en que se utilizan los tradicionales rebozos y atinada la inclusión de flores, veladoras y aroma de copal. 

El texto y la dirección escénica dan prueba del singular talento de Conchi para lograr la comunión entre lo que se escenifica y el espectador.  En ambos rubros Conchi cumple con los objetivos de su compañía.

El elenco está integrado por Addy Teyer,  Mabel Vázquez,  Estrella Borges,  Lourdes León  y  la propia Conchi León.  Todas dan vida a personajes convincentes y lo hacen en forma comprometida, poniendo el corazón.  En varias ocasiones lágrimas verdaderas corren por sus mejillas.

El proyecto cuenta con la colaboración artística de Juliana Faesler,  la iluminación es de Esaú Corona,  el productor ejecutivo es Oswaldo Ferrer,  la música de Pedro Carlos Herrera,  las fotografías de Lía Rueda,  la pintura escénica de Ricardo Martínez,  y  el diseño de programa de mano de Juan Carlos Hernández Martínez.

La producción es de SEDECULTA,  Fondo Municipal para las Artes Escénicas y la Música, Sa'as Tun.

Aprovecha la oportunidad de conocer la península yucateca y la magia que encierra a través de su teatro, mientras presencias los testimonios de mujeres que con naturalidad cuentan sucesos de su vida. Igual y hasta eres parte de un bautizo.  Teatro de calidad que conmueve.   Sólo que tendrás que apresurarte porque la temporada está por terminar.
 
Al final de la representación, Conchi, con la nobleza que la caracteriza, dedica la función a Celeste, una nena de 6 años que ya no está con nosotros.  El artesano que realizó el entramado de los muebles escenográficos, le pidió que escribiera algo sobre la niña que él crio como hija, a lo que Conchi le respondió que no podía modificar su dramaturgia porque ya estaba escrita, pero compartiría su historia con el público.
 
Conchi mostrando fotografías de Celeste
 
Por casualidad, el día que asistí a la función, coincidió con el cumpleaños de Conchi, así que me tocó ver la forma en que la sorprendieron con un pastel.  Curiosamente, Conchi confesó que no acostumbra celebrar su cumpleaños.
 
Conchi con su pastel sorpresa

DEL MANANTIAL DEL CORAZÓN  se presenta jueves y viernes a las 20:00 horas,  sábados a las 19:00 horas  y  domingos a las 18:00 horas  en el TEATRO EL GRANERO XAVIER ROJAS del Centro Cultural del Bosque, ubicado en Avenida Reforma sin número, atrás del Auditorio Nacional -Estación Auditorio del Metro-,  Ciudad de México.  La temporada concluye el domingo 18 de diciembre de 2016.


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