EL JUEGO DE LOS INSECTOS





EL JUEGO DE LOS INSECTOS
Ópera

Por:  Eugenia Galeano Inclán
Las imágenes fueron tomadas de las publicaciones
promocionales publicadas en redes sociales por el
INSTITUTO NACIONAL DE BELLAS ARTES  -INBA-
Junio 2018


Hace casi un siglo, en 192|, los hermanos Josef Čapek y Karel Čapek escribieron una obra de teatro que intitularon Ze života hmyzu (De la vida de los insectos o EL JUEGO DE LOS INSECTOS).  Josef Čapek (1887-1945) fue un artista checo que se dedicó a la pintura, para luego ser escritor y poeta.  A él se atribuye la invención de la palabra robot, una derivación del término robota que en antiguo eslavo significa robota, así como del checo, idioma en el cual significa trabajo.  La primera vez que fue usado el término robot fue en la obra teatral R.U.R. (Robots Universales Rossum) de la autoría de su hermano Karel Čapek (1890-1935), quien cursó estudios en filosofía y estética en la Universidad Carolina en Praga, Checoeslovaquia, para luego también estudiar en la Universidad Humboldt en Berlín, Alemania y en La Sorbona en París, Francia  y es considerado uno de los escritores más importantes en lengua checa del siglo XX.  Así mismo, es uno de los precursores de relatos de ciencia ficción y se especializó en relatos fantásticos.

Cuando la dramaturga mexicana Verónica Musalem leyó EL JUEGO DE LOS INSECTOS quedó impactada, tanto que decidió escribir una adaptación libre del relato checo.  Introdujo ciertas modificaciones a la historia original, cambió el final e incorporó algunas escenas adicionales.  Por sus ocupaciones y prioridades laborales, dejó el texto guardado por años, con la esperanza de que algún día fuera llevado a escena.  Verónica no imaginó que llegado el momento, el futuro deparara un montaje tan espectacular a su versión de EL JUEGO DE LOS INSECTOS.

La Compañía Nacional de Ópera reunió a varios talentos para la creación de una ópera excepcional.  EL JUEGO DE LOS INSECTOS fue transformada en ópera por Federico Ibarra, tomando como base la dramaturgia de Verónica Musalem y se presenta bajo la dirección escénica de Claudio Valdés Kuri, uno de los directores con más talento y prestigio del país.

La anécdota de EL JUEGO DE LOS INSECTOS es sobre la búsqueda de nuevos horizontes.  El ser humano siempre está en pos de encontrar algo distinto que sea mejor a su entorno.  En este caso, un vagabundo desilusionado y harto de los problemas cotidianos, la contaminación, el tránsito, la sobrepoblación, la falta de dinero y un sinnúmero de dificultades decide adentrarse en el mundo de los insectos, con la esperanza de que en éste se sentirá más a gusto.  En su recorrido, habrá de ver cómo viven diversos tipos de insectos -moscas, escarabajos, parásitos, grillos, larvas, mariposas, hormigas y otros-.  Le sorprenderá saber que los insectos también tienen que lidiar con sus problemáticas.   

El espectador acompaña al vagabundo en esta aventura fantástica, para encontrar similitudes y diferencias entre dos mundos que pudiera pensarse que son tan distintos, el de los humanos y el de los insectos.  Ciertos vicios de conducta se ven en los dos mundos, por ejemplo, la superficialidad con que se comporta la juventud, los trabajadores que son dominados por sus superiores o por los poderosos y la confrontación de la milicia.

Lo primero que verá es una especie de vivienda múltiple o comuna, donde priva el hacinamiento.  Allí presenciará la historia de amor de un par de grillos -la muy embarazada reinita y su maridito- que justo acaban de llegar a su nuevo hogar.  Más adelante, conocerá secretos de las mariposas, incluso será testigo del proceso de metamorfosis de una crisálida.  Así mismo, verá la maquinaria de industrialización de las trabajadoras hormigas.  Cada etapa presenta momentos interesantes y divertidos que derivan en aprendizaje y propician la reflexión. Presentada en dos actos, esta ópera cuenta con un prólogo, tres escenas y un epílogo.

Cuenta con la participación de más de 200 artistas, entre creadores, creativos, cantantes, músicos, bailarines, actores y actrices.

Las partituras fueron creadas en 2009 por Federico Ibarra, uno de los más destacados compositores mexicanos de ópera.  El libreto de Verónica Musalem es tan complejo como interesante.  La dirección por parte de Claudio Valdés Kuri es brillante y dinámica.  Su trazo escénico es ágil, la distribución de su elenco y los cuadros es precisa, el desplazamiento está bien programado y muy coordinado.  El ritmo es inmejorable.

El director concertador es Guido Maria Guida y su desempeño es excelente, delicado y energético. 

La escenografía concebida por Auda Caraza y Atenea Chávez es el marco perfecto para dar la espectacularidad requerida a un mundo fantástico, plasman la vivienda múltiple con mucho ingenio y todos los detalles tienen simbolismo, incluso, aparece por allí algo que semeja el nicho del Santo Niño de los Milagros, que se encuentra en la Iglesia de San Gabriel Arcángel del barrio de Tacuba en nuestra Ciudad, el único Niño Dios al que visten con uniformes de equipos de futbol, uniendo la religiosidad con la pasión futbolera.  El territorio de las hormigas tiene algo de vanguardismo cinematográfico y permite varios planos en forma simultánea. 

El diseño de iluminación de Víctor Zapatero, como de costumbre, es magistral.  La distribución y modulación de la luz crean tonalidades impresionantes que coadyuvan con la estética general.

Jerildy Bosch crea un diseño de vestuario muy variado y llamativo, prendas finamente confeccionadas a base de telas de todo tipo, algunas en tonos metálicos, otras que son uniformes para varios, así como gasas y mantas.  En esta ocasión las vestimentas van acompañadas de algunas pelucas multicolores.  El maquillaje tan importante para definir a los personajes es de Carlos Guizar.

La coreografía es de Alicia Sánchez, quien se apoya en técnicas diversas que dotan a esta ópera de gran dinamismo.  La danza aérea es de Bárbara Foulkes.   

El productor ejecutivo es Julián Robles.   El director huésped del Coro es Alfredo Domínguez. 

El elenco está conformado por:  el primer actor Joaquín Cosío quien da vida al Vagabundo, dotándolo de muchos matices y de su potente voz.  Las mariposas son:  el tenor Orlando Pineda (Félix),  el barítono Enrique Ángeles (Otto),  la mezzosoprano Rosa Muñoz (Clytia)  y  la soprano Dhyana Arom (Iris).  En el mundo subterráneo están:  la soprano Penélope Luna (Crisálida),  el barítono Alberto Albarrán (señor Escarabajo),  la mezzosoprano Gabriela Thierry (señora Escarabajo),  el tenor Gerardo Reynoso (Parásito),  el bajo-barítono Luis Rodarte (Mosca), el tenor Mauricio Esquivel (Larva),  la soprano Cynthia Salazar (señora Grillo)  y el tenor Rogelio Marín (señor Grillo).  Las hormigas son:  el barítono Raúl Román (Ciega),  el tenor Rodrigo Garciarroyo (Ingeniero),  la mezzosoprano Norma Vargas (Ingeniera),  el barítono Enrique Ángeles (Científico),  el tenor Orlando Pineda (Mensajero),  el tenor Joel Pérez (Soldado 1),  el barítono Martín Luna (Soldado 2),  el bajo-barítono Arturo López Castillo (Soldado 3)   y  el tenor Francisco Martínez (Soldado 4).  Están en el Epílogo:  la mezzosoprano Gabriela Thierry (Mariposa I),  la soprano Dhyana Arom (Mariposa II)  y  la soprano Jacinta Barbachano De Agüero (Mariposa III).

Participan también: Fernando Huerta Zamacona como Cover de El Vagabundo.  Los habitantes del mundo subterráneo son:  Ana Lilia Corona,  Cinthia Alonso Mejía,  Evelyn Montes,  Fernanda Vázquez Maya,  Karla Corina Ponce Olvera,  Leticia Vargas,  Mabel Brito López,  María de la Luz Chávez,  Mariana Montero,  Martha Lira,  Paola Martínez,  Patricia González,  Patricia ríos,  Raquel Arriojeda,  Regina Barrón de la Torre,  Elizabeth de la Torre Pantoja,  Rocío Nejapa,  Rosario Alvarado,  Virginia Hernández,  Yunuén Castillo,  Adolfo Rafael romero,  Alberto Meléndez,  Bruno Valero,  Eduardo Lezana,  Héctor Hugo Añorve,  Ian López Vázquez,  Isaac Rodríguez Alonso,  Jorge Ramos,  Miguel Barrón,  Frida Ríos Méndez,  Sebastián Savil,  Edy Santiago Torres Luna.  La secretaria es Aline Lemus Bernal.  Los sargentos son Erudi Minero, Maripaz Herrera,  Patricia Caña, Iván Liera,  Juan Manuel Loch  y  Santiago Ulloa.  Los paramédicos:  Bella Elvira Naya,  María Belén Chávez  y  Gerard Estrada.  Los bailarines:  Aislinn Jiménez Torres.  Biaanidxi Toledo Cabrera,  Indra Juvenal Saavedra,  Irene Martínez Olivares,  Lizet Huft Gaspar,  María de Guadalupe Espínola Alcántara,  Marisol Sarmiento Sánchez,  Niuwe Bracamontes Somoza,  Paola Jerónimo López,  Paulina Juárez Muro,  Yumana Tannous Akele,  diego Cardiel Castro,  Fernando Barrera Cruz,  Oscar Castellanos Acevedo,  Ricardo Fábila Correa,  Tomás Gómez Pereyra  y  Tristán Garrido Mendoza.  Bailarines Aéreos:  Bárbara Foulkes,  Marlene Solano Magdaleno  y  Nicolás Barmat.

Orquesta y Coro del Teatro de Bellas Artes.

La Compañía Nacional de Ópera agradece a Pro-Ópera, A.C. por su apoyo para la realización del programa de mano.

El desempeño vocal de los artistas dedicados al  bel canto que participan en esta ópera es extraordinario, cada uno de ellos cuenta con voz privilegiada y profesionalmente educada.  Es una delicia escucharlos.  El relato capta la atención de principio a fin.  La espectacularidad y la estética están presentes en todo momento.  Lo cierto es que EL JUEGO DE LOS INSECTOS es excepcional, en virtud de que es un proyecto desarrollado con creatividad, perfectamente planeado y muy bien logrado.  Además, para orgullo nuestro es ciento por ciento mexicano, dado que todos sus integrantes son compatriotas.  Es ampliamente recomendable, así que corre a comprar tus boletos, pues sólo quedan dos funciones.

La ópera
EL JUEGO DE LOS INSECTOS
se presenta el domingo 10 de junio de 2018 a las 17:00 horas  y
el martes 12 de junio de 2018 a las 20:00 horas
en la Sala Principal del
PALACIO DE BELLAS ARTES
ubicado en Avenida Juárez,  Centro Histórico,  Ciudad de México

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