LA GRAN FAMILIA







 
LA GRAN FAMILIA

Texto  y  fotografías:  Eugenia Galeano Inclán
Octubre 2018


Entre las noticias que escuchamos a diario, hay algunas que impactan y quedan en nuestra memoria.  Una de éstas fue la que se difundió en junio de 2014 cuando se supo que la Policía Federal Preventiva había realizado un fuerte operativo en Zamora, Michoacán, contra una casa hogar dirigida por una anciana octogenaria conocida como Mamá Rosa.  Todos nos preguntamos ¿quién es Mamá Rosa? ¿por qué el operativo?  Poco a poco se fue develando la historia del caso.  Mamá Rosa era una mujer que nunca se casó, pero que soñaba con tener muchos hijos.  Rosa del Carmen Verduzco nació en una familia con recursos, desde pequeña se percató de que en tanto ella siempre tenía un plato de comida en su mesa existían muchos niños desamparados, así que tan pronto pudo comenzó a invitar a niños de la calle a comer a su casa y no sólo eso sino que pedía a sus padres que los albergaran.  Los papás de Rosa trataban de complacerla hasta que llegó el momento en que se vieron precisados a frenar sus tendencias, pues tampoco tenían tanto dinero como para estarlo gastando en desconocidos.  Al llegar Rosa a su adultez, se independizó y se dio a la tarea de recoger niños.  A aquellos que abandonaban o que no se sabía si tenían familia o no, los registraba como hijos propios. En cambio, los que le eran entregados por su madre o padre, Rosa ponía como condición que el responsable le firmara un acuerdo en el sentido de que no reclamarían a sus hijos y que no saldrían del albergue. 

Con los años la "familia" de Mamá Rosa creció en forma desmedida, rebasando todas las expectativas y a la larga el hacinamiento fue inevitable.  Ya no era posible tener camas suficientes y cada vez era más difícil alimentar tantas boquitas.  A los niños les eran asignadas tareas dentro y fuera de la casa, a cambio de tener un techo y comida, tenían que colaborar en su sustento.  Entre las múltiples ocupaciones que ideó Mamá Rosa para que sus niños llevaran recursos al hogar, no podía faltar la música, pues a ella le encantaba, así que formó una banda infantil que alquilaba para musicalizar fiestas y eventos.  Además de esto, solicitó apoyo a las autoridades y donativos a la gente.  Recibió ayuda de instituciones y de particulares y su albergue se hizo tan popular que recibió un gran número de visitantes, entre los cuales hubo personalidades importantes tanto nacionales como internacionales.

Durante cuatro décadas, Mamá Rosa estuvo al frente de la casa hogar que ella constituyó.  Se dice que fueron alrededor de cuatro mil niños los que pasaron por allí.  Al brindarles un hogar, Mamá Rosa salvó a los niños de vivir en situación de calle.  Lo lamentable es que también se levantaron rumores de que los niños eran maltratados y se supo que si alguno intentaba escapar, recibía golpizas y castigos. 

Las autoridades encontraron el lugar en condiciones deplorables y prevalecía la insalubridad a causa de ciertas plagas, como ratas, chinches y piojos.  Se habló también de abusos, incluso, de tipo sexual, pero esto no pudo comprobarse.  Entre los niños y adolescentes que fueron rescatados, algunos dijeron estar muy agradecidos con Mamá Rosa y guardarle cariño, mientras que otros tantos se quejaron de que estaban indignados por la forma en que eran tratados.   Estas declaraciones dividieron a la opinión pública y el caso se tornó controversial.  La verdad sólo la saben quienes vivieron allí y, desde luego, Mamá Rosa, pero ella ya se llevó sus secretos, en virtud de que falleció hace pocos meses.  Entre la ciudadanía, habrá quien considere a Mamá Rosa una mujer de alma caritativa que dedicó su vida, tiempo y esfuerzo a sacar adelante a miles de niños, mientras que otros la conceptuarán como perversa. 

Esta historia de la vida real impacta por el alto contenido socio-político que conlleva.  Nos parece inverosímil pensar que hay tantos niños no deseados en nuestro país que necesitan ayuda y la forma en que alguien les pueda tender la mano sin que los chiquillos sepan si es con buena o mala intención.  Claudio Lomnitz, reconocido escritor, antropólogo y profesor chileno, quien trabaja en la división de la familia Campbell de Antropología de la Universidad de Columbia que es una de las universidades de mayor prestigio en el mundo y que está ubicada en el Alto Manhattan de Nueva York, Estados Unidos de Norteamérica, al tener conocimiento del caso, decidió abordarlo.  Tras un estudio profundo y una investigación exhaustiva publicó un artículo sobre grupos de autodefensa de Michoacán que luego derivan en células de opresión relacionadas con narcotráfico y violencia, un conflicto que apunta sobre la crisis de la familia en esa entidad en particular y en México en general, en torno a la organización familiar fundada por Mamá Rosa.  Claudio Lomnitz considera que se trata de una historia excepcional por las dimensiones épicas que alcanzó y por ser contradictoria, así que con el material documentado que había recabado, él estudio que realizó y la intención de propiciar una reflexión sobre la crisis familiar, tomó la decisión de llevarla al teatro junto a su hermano Alberto Lomnitz, destacado director escénico y dramaturgo.  Hay que recordar que con su anterior trabajo "El verdadero Bulnes", los hermanos Lomnitz se hicieron acreedores al Premio Nacional de Dramaturgia del año 2010 convocado por la Universidad Autónoma Metropolitana -UAM- y la Universidad de Guadalajara -UdeG-.

Por tratarse de un drama político, los hermanos Lomnitz se remitieron a Bertolt Brecht y ambos se plantearon hacer un montaje musical, para lo cual invitaron a Leonardo Soqui para la composición de la música original y la adaptación musical de las letras escritas por los hermanos Lomnitz.  La intención de los hermanos Lomnitz no es reflejar la vida de Mamá Rosa sino tomarla como un ejemplo dramático de un problema mayor, como lo es la crisis de la familia en México, desbaratada por migración forzada, violencia, orfandad y divorcio, entre otros detonantes, a fin de integrar historias y pasiones de impacto en este montaje de LA GRAN FAMILIA, donde el espectador encuentra música, humor y una profunda reflexión socio-política.

Al ver LA GRAN FAMILIA en cartelera y leer que se relaciona con Mamá Rosa, lo lógico sería pensar que la primera actriz Angelina Peláez es la protagonista, pero no es así.  De hecho, la consagrada actriz sólo participa en breves intervenciones, en virtud de que los hermanos Lomnitz dispusieron que Mamá Rosa fuera personificada por cuatro actrices distintas, a fin de que se le viera de niña, de joven, de adulta y de anciana.  Lo curioso es que la fisonomía de las cuatro actrices es distinta, pero la homologación se hace a través de la vestimenta y el público entra en esa convención.

En cambio, podría decirse que debido a sus numerosas apariciones a cuadro el actor Rodrigo Vázquez es el protagonista.  Rodrigo, quien cuenta con larga trayectoria y amplia experiencia es el que interpreta a más personajes dentro de la historia.  Su trabajo sorprende y es digno de admiración, sin embargo, quizá por la vertiginosidad de tanto cambio, tiene varios deslices al cruzar la delgada línea entre lo fársico y lo caricaturesco.  Lo más probable es que en el curso de la temporada encuentre la contención requerida.

El texto de la autoría de Claudio Lomnitz y Alberto Lomnitz capta el interés del público, de principio a fin.

El montaje es de gran belleza plástica, espectacular y colorido.  Alberto Lomnitz coquetea con el tiempo trastocándolo a placer, con lo cual da oportunidad al espectador de ver simultáneamente a dos, tres y hasta cuatro Rosas.  Así mismo, se aprecia su creatividad en la transición de Rosa de una edad a otra, capturando momentos plenos de magia.  La labor de dirección por parte de Alberto Lomnitz es brillante, su trazo escénico es impecable, los desplazamientos son coordinados, el manejo de los personajes está bien logrado y siendo tantos es más que loable, buen balance entre parlamentos, canciones y pausas, y el ritmo es preciso.

Participan en LA GRAN FAMILIA dieciséis integrantes del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro -CNT-:  Adrián Aguirre (Pepe / Procurador),  Ichi Balmori (Montserrat Ámpula),  Eduardo Candás (Don Arnulfo / Fakir),  Érika de la Llave (Mamá Rosa adulta),  Olaff Herrera (Ardilla / Comisionado),  Fernando Huerta Zamacona (Palillo),  María del Mar Náder Riloba (Rosa niña),  Gabriela Núñez (Tencha / Joven líder),  Carlos Orozco (Profesor Eruviel / Padre Fonseca),  Azalia Ortiz (Rosa joven / Lupe),  Pilar Padilla (Primera dama / Soledad),  Angelina Peláez (Mamá Rosa anciana), Astrid Romo (Chupa Chups),  Alan Uribe Villarruel (Sope),  Rodrigo Vázquez (Peñaloza / Personajes varios),  y  Andrés Weiss (Sean / Fox / Nobel Francés).  Es de sobra conocida la alta calidad histriónica y corporal de todos y cada uno de los integrantes del elenco estable de la CNT.

Complementan el elenco 20 figurantes, quienes son estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México -UNAM- o de la Escuela Nacional de Arte Teatral -ENAT-:  Vanessa Aguilar,  Belén Alcacio,  Rodrigo Bizzie,  Benjamín Calleros,  Eduardo Córdoba,  Alejandro Rubalcava,  Isaac Flores,  Querena García,  Giselle Martínez,  Michelle Medina,  Brianda Morales Rojas,  María Dolores Romero,  Sarait Saad,  Quetzal Santana,  Denisse Soriano,  Sergio Adrián Tronco,  Julieta Valentino,  Emma Vieyra,  Arely Villamar  y  Valeria Gutiérrez Pizarro.  Todos estos jóvenes hacen gala de su compromiso y con entusiasmo realizan un gran trabajo interpretando a sus respectivos personajes. 

Aun cuando se trata de un musical, LA GRAN FAMILIA cuenta con un cuerpo actoral de excelente desempeño, mas no con cantantes.  A cambio de voces privilegiadas o de estudios avanzados de canto, se les aplaude el esfuerzo que realizan cantando lo mejor que pueden.  Cabe aclarar que los ensambles corales se escuchan mucho mejor que los solos.

Leonardo Soqui es el director musical  y  Anali Sánchez Neri es la directora musical adjunta, arreglos y orquestación.  La composición musical de Leonardo Soqui es interpretada en vivo por siete músicos sobre el escenario.  Carlos Matus en la conducción musical, piano y acordeón,  Edwin Tovar en percusiones,  Israel Torres Araiza en violín,  Luis Gutiérrez Zermeño en violín suplente,   Pablo Madrigal Mena en batería,  Juan Manuel Ledezma en guitarra,  Jerónimo González García en bajo,  y  Alberto Delgado en saxofón.   El diseño de audio es Alejandro García.

La bella escenografía diseñada por Sergio Villegas remite al espectador a una hacienda antigua que en su momento se dimensiona creando entornos diversos. 

La muy acertada iluminación es diseño de Matías Gorlero.

El extenso y apropiado vestuario es diseño de Edyta Rzewusca, quien utilizó todo tipo de materiales y se permitió  jugar con telas, texturas y colores.  Añaden un toque de diversión y colorido las estilizadas pelucas hechas de estambre y cordoncillo.   Para la realización de vestuario se contó con la colaboración del taller de vestuario de la CNT, así como con ciertas prendas de la bodega de vestuario INBA, Wera Bang, Diseño de vestuario: Ernesto Martínez Arévalo, Comunidad CNT y Sonia Lora.

La sofisticada y muy contemporánea coreografía es creación de Nicolás Poggi.

Alejandro Pérez Meza es stage manager,  Aureliano Castillo es asistente de dirección y coordinador de figurantes,  David Molina es asistente de escenografía,  Félix Arroyo es asistente de iluminación,  y  Silvia López es asistente de stage manager.

Joaquín Herrera es el productor residente,  Mónica Bravo está en producción ejecutiva,  y  Ricardo de León y Andrea Poceros están en producción ejecutiva Dirección de Teatro.

LA GRAN FAMILIA es la primera producción que la Compañía Nacional de Teatro -CNT- presenta dentro del marco de su Residencia Artística 2018 en Teatro UNAM.

Acude a ver este original musical hecho en México que capta parte de nuestro entorno socio-político, de la crisis familiar que se vive en algunas entidades y del desamparo en que quedan miles de infantes por la disolución de familias, sea por disfuncionalidad o a causa de la migración, el narcotráfico o la violencia.  De paso, verás a muchos personajes dentro de un interesante relato, escucharás buena música, verás modernos bailables, conocerás a una mujer de voluntad férrea que llevó a cabo el proyecto de vida que había forjado, te conmoverán los huerfanitos y te divertirás mucho con ciertas situaciones y algunos toques satíricos.   


LA GRAN FAMILIA
se presenta jueves,  viernes  y  sábado a las 19:00 horas
domingo a las 18:00 horas  en el
TEATRO JUAN RUÍZ DE ALARCÓN
dentro del Centro Cultural Universitario de la UNAM
ubicado en Insurgentes Sur número 3000
Ciudad Universitaria
Ciudad de México

Duración aproximada:  2 horas 45 minutos con intermedio

Costo de la localidad:  $150
Descuentos a estudiantes y maestros de cualquier institución, ex-alumnos y trabajadores
de la UNAM, jubilados del ISSSTE, IMSS e INAPAM con credencial vigente:  $75


La temporada concluye el domingo 9 de diciembre de 2018


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