REMEDIOS PARA LEONORA
Texto y fotografías: Eugenia Galeano Inclán
Abril 2016
Cuando un autor concibe una obra, goza de total libertad para determinar el tema, las características de sus personajes, a qué se dedican, las condiciones en que viven y el lugar o lugares donde se encuentran. Sin embargo, si desea escribir una obra sobre alguien, para realizar la dramatización, antes debe documentarse y tomar en cuenta sus datos biográficos.
El insigne autor Vicente Leñero (1933-2014) se desempeñó como novelista, periodista, guionista, ingeniero civil, dramaturgo y académico. Como legado dejó un caudal literario. Fue uno de los precursores del teatro documental y uno de sus más distinguidos exponentes. La obra más reciente de su hija, la reconocida dramaturga Estela Leñero, aborda el teatro documental.
Tras realizar una exhaustiva investigación, Estela Leñero escribe en torno a la amistad que unió a dos ilustres representantes del surrealismo: Remedios Varo (1913-1963) y Leonora Carrington (1917-2011) y, jugando con las palabras, intitula su obra REMEDIOS PARA LEONORA. Con conocimientos sobre arte, cultura y, desde luego, el sentir femenino, Estela crea un entorno onírico donde ocurre el imaginario reencuentro de estas dos mujeres. En tanto que la pintora española Remedios Varo había fallecido años atrás, la escultora y escritora inglesa Leonora Carrington siente que la muerte le acecha.
A través de un hechizo -como aquellos que en complicidad hacían cuando jóvenes-, Leonora logra traer de vuelta a Remedios. Remedios se muestra sorprendida. Está consciente de que reposaba plácidamente junto a un eucalipto, en un "lugar sin contradicciones ni terrores nocturnos", pero se alegra de ver a Leonora. Como si el tiempo no hubiera transcurrido, retoman su amistad de siempre, conversan fluidamente yendo de un tema a otro -amores, traiciones, pintura, escultura, personajes con quienes se interrelacionaron, temores, viajes, exilio, guerras-.
Leonora le reclama a Remedios, ya que considera que lo que la mató fueron las 3 cajetillas que se fumaba y las 20 tazas de café que se tomaba. También hay confidencias respecto de amantes, amigos y conocidos. Se entristecen al recordar los horrores de la guerra -sea civil o mundial- y sus propios infortunios, mientras una estuvo presa, la otra fue recluida en una clínica psiquiátrica. Ríen alegremente cuando rememoran algo divertido. Deciden realizar un nuevo hechizo para viajar a las estrellas o a las constelaciones, pasando por laberintos, hasta llegar adonde deseen.
Un texto brillante mediante el cual Estela Leñero hilvana la realidad con la ficción en forma muy acertada. En el grato reencuentro se hacen puntuales referencias a fechas en que ocurrieron determinados eventos de la vida de estas mujeres tan creativas como aguerridas. Con sensibilidad, Estela logra retratar fielmente la esencia individual de cada una de las dos grandes artistas.
El montaje es totalmente acorde al bello texto. Pocos elementos son utilizados, colores neutros, ambiente surrealista, un armario/espejo, mantas vaporosas, para representar el estudio de Leonora donde habrán de encontrarse las protagonistas.
La labor de dirección por parte de Gema Aparicio es formidable. Profundiza en el texto y diseña una corporalidad que hace ver a las actrices casi etéreas, cual si pudieran volar y traspasar tiempo y espacio. Incorpora un atinado uso del multimedia con imágenes del documental Remedios Varo, misterio y revelación dirigido por Tufic Makhlouf Akl. Impone un ritmo preciso.
Otro acierto es el vestuario, también en colores neutros, el cual, además de ser práctico es versátil. Junto con el programa de mano, entregan un útil Glosario en el que se describe lo que es el surrealismo y se resumen datos biográficos de las personas a quienes se hace alusión durante la obra.
El trabajo histriónico y corporal es extraordinario. Gabriela Betancourt da vida a Remedios y Bertha Vega a Leonora. Ambas representan a sus personajes con emotividad para reflejar en escena su dualidad, por un lado, genios artísticos, por el otro, mujeres sensibles. Tanto Gabriela como Leonora encuentran las expresiones, los movimientos y las inflexiones de voz apropiados para cada momento.
El resto del equipo creativo lo integran: Carolina Jiménez en diseño escénico, David G. Martínez en música original, diseño gráfico y foto fija, Julio Martínez en video, Lorena Glinz en asesoría corporal, Arturo Cruz en asistencia general, Constructores Escénicos, Antonio Pérez en la realización de escenografía, Talleres Santa Elisa en la realización de vestuario, Trama en calzado, Alejandra Vega Barrera en muñecas, INNSITE/Pamela Rendón en prensa y difusión, y Carolina Jiménez en producción ejecutiva.
La producción es de Este Lado del Teatro. Proyecto apoyado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.
Revisitar a grandes representantes del arte siempre resulta atractivo y más si es en una puesta en escena tan bien lograda. Texto interesante, estupenda dirección y entrañables actuaciones. La temporada es breve, así que apresúrate a acompañar a Remedios y a Leonora en su viaje onírico y llegarás a lugares insospechados que llegarán a tu corazón. Tanto Remedios Varo como Leonora Carrington, desde su plano de eternidad, han de estar complacidas y orgullosas de la imagen que se da de ellas en REMEDIOS PARA LEONORA. Altamente recomendable.
REMEDIOS PARA LEONORA se presenta martes y miércoles a las 20:30 horas en el Teatro EL MILAGRO, ubicado en Milán número 24 -entre Lucerna y General Prim-, colonia Juárez, Ciudad de México. La temporada concluye el día 25 de mayo de 2016.
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