A B C D











 

A B C D
 

Texto  y  capturas de pantalla:  Eugenia Galeano Inclán
Enero 2021


La pandemia nos llegó de golpe y vino a cambiar nuestra vida por completo.  Nos hemos visto precisados a estar confinados y a no hacer planes.  Se nos habló al principio de una cuarentena, pero ésta se ha ido prolongando cada vez más y lo peor es que no tenemos idea hasta cuando durará.  Nos ha afectado en todos los aspectos, tanto en lo personal como en lo profesional.  Ante la imposibilidad de ir al teatro, se han explorado alternativas y en la actualidad la más viable es el teatro en línea.

Entre los numerosos proyectos que se quedaron en pausa está A B C D de la autoría de Antonio Cerezo.

Antonio Cerezo es un creador teatral mexicano, con una amplia y probada trayectoria.  Luego de egresar del Colegio de Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México -UNAM-, incursionó en la actuación en 1992 y desde entonces ha trabajado en escenarios de la Ciudad de México, Estados Unidos y Europa.  Aun cuando en la actualidad reside en Berlín, Alemania, donde se desempeña como actor, autor, director, titiritero y coreógrafo, a menudo visita México y aprovecha para presentar acá sus proyectos.  Sus logros laborales lo hicieron beneficiario de la Beca del Programa Creadores Escénicos con Trayectoria 2018-2020 del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes -FONCA-.  Sus más recientes producciones en nuestro país han sido:  "There's no home like place" (No existe hogar como el lugar), "WIR / NOSOTRXS, eine Liebeserklärung / una declaratoria de amor",  "YO - DU - SHE / LUI - NOUS -. UNKNOWN",  y  "DÍA DE VIVOS".

Antonio Cerezo es talentoso y la sensibilidad la lleva a flor de piel, también es muy observador, además, la oportunidad de vivir en dos países distintos le ha servido para ampliar horizontes, conocer mejor al ser humano y ser incluyente.  Sus relatos son entrañables.  Una de las características de su trabajo es que ahonda en el sentir íntimo de sus personajes y tiene la particular habilidad de trasladar esto a escena en forma tal que el espectador lo perciba y en la mayoría de los casos quede conmovido.

Ante la incertidumbre de una fecha determinada para el estreno de A B C D, Antonio Cerezo tomó la decisión de presentarla en línea como lectura dramatizada, lo cual se llevó a cabo en el mes de diciembre del año que recién terminó.  Cabe señalar que la transmisión fue simultánea desde dos países, porque Antonio se encuentra en Alemania y los demás en México.

Es probable que el título que Antonio elige para su propuesta: A B C D sea una especie de homenaje a su fuente teatral primigenia, toda vez que en los primeros ejercicios de quienes estudian carreras relacionadas con el ámbito teatral, lo habitual es que en lugar de que los personajes que interpretan tengan un nombre, son llamados por una letra del abecedario, por ejemplo:  A conoce a B.  De cualquier modo, el título atrae e inquieta al espectador, ya que no brinda pista alguna sobre la temática.

La piedra angular de A B C D es el amor.  Podríamos pensar que del amor se ha dicho todo, pero no es así, porque hay tantas historias de amor como habitantes en el planeta. En  A B C D, Antonio Cerezo aborda un tema no tan explorado, que es el amor en triareja.  Los cuatro personajes están perfectamente delineados y Antonio los coloca en diversas situaciones, tal como ocurre en la vida misma, así que la triareja tendrá momentos de inquietud, incomodidad, incertidumbre, al igual que puntos de quiebre o molestia al ver coartado su libre albedrío o por habladurías, chismes, críticas, enfermedad o traición de quien menos se espera, así como enfrentar asuntos legales o tomar decisiones entre lo que se quiere y lo que se debe hacer.

Los protagonistas de A B C D son dos seres que se aman profundamente.  Ambos son de mente abierta.  Si tuvieran que definirse, dirían que son poliamor.  Están en su décimo aniversario matrimonial, la confianza es absoluta y en un momento determinado deciden experimentar la relación en triareja. Una vez que lo hacen, sienten felicidad plena, porque encontraron a la persona idónea y el amor entre ellos se acrecenta.  

Como de costumbre, el texto de Antonio Cerezo es de buena estructura, capta el interés del espectador de principio a fin, brindándole la oportunidad de conocer el íntimo sentir de cada uno de los personajes, seres humanos con defectos y virtudes en su búsqueda de felicidad y de un mundo más habitable.

La labor de dirección por parte de Antonio Cerezo es estupenda.  Su trazo escénico es fluido.  Cada cuadro capta la esencia del momento, la acción es constante y en forma paulatina se van develando detalles de sus vidas, en lo individual y como familia.  El ritmo es preciso.

En cuanto a la puesta en pantalla, aun cuando el relato en sí ya es peculiar, Antonio optó por añadir más toques de originalidad, al hacer que los intérpretes no sepan a qué personaje darán vida.  Poco antes del comienzo, ya frente al público, el elenco lleva a cabo un sorteo, para ver si les toca A, B, C o D y durante la función hay intercambios, en forma tal que se abren las posibilidades de combinación.  Esto resulta no sólo interesante sino atractivo al público y para los actores y actrices representa un reto adicional, ya que, aparte de memorizar el texto de todos los personajes, se ven precisados a realizar abruptos cambios entre un segmento y otro.

Por tratarse de una lectura dramatizada, la corporalidad es limitada y para compensarlo el elenco se centra en la expresión de sus rostros. Lo cierto es que  Nora Huerta,  Sofía Sanz,  Francisco Bahena Fonseca  y  Antonio Cerezo dotan a sus personajes de una amplia gama de emotividad, brindando al público un formidable trabajo histriónico y vocal, además de vencer con creces los retos antes mencionados.  Al igual que sus compañeros, Leticia Pedrajo, participa con acierto en su encomienda de hacer las acotaciones, aportando su siempre grata presencia y excelente dicción.

A B C D es un proyecto original llevado a buen puerto por un equipo de gente bella y creativa que trasluce cuánto ama el teatro y lo comprometido que está con su quehacer.  El amor es algo esplendoroso, quienes lo han experimentado estarán de acuerdo.  El amor verdadero no conoce fronteras, deja de lado géneros, razas, colores, condiciones sociales y económicas.  En tanto haya amor y comprensión, toda experimentación es válida.  Finalmente, el amor es amor y lo que se necesita en este mundo es empatía, no crítica.   Si tienes un amor, vívelo.  Si no lo tienes, búscalo, en algún lugar está la persona que anhelas.  Abre tu mente y disfruta de puestas en escena o pantalla como A B C D.  

Confiemos en que pronto A B C D tenga una temporada formal, ya sea en línea o presencial, para dar oportunidad a más gente de ver esta historia tan humana, bien planteada y lograda.



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