REENCARNACIONES
VENTANA DEL TIEMPO
Texto y fotografías: Eugenia Galeano Inclán
Junio 2016
Ojalá algún día el mundo comprendiera que las guerras sólo destruyen. Tras los fatídicos bombardeos nucleares ocurridos en Hiroshima y Nagasaki durante la segunda guerra mundial, Japón quedó devastado. El número de fallecidos se aproxima a 190,000 y otros tantos heridos. Por la calles deambulaban personas con quemaduras y lesiones en todo el cuerpo. Los más dañados, de pronto colapsaban. Se veían escenas terroríficas. Los artistas sólo conocen la creatividad para su catarsis. Tatsumi Hijikata y Kazuo Ohno, cuyo talento es ampliamente reconocido, sintieron que necesitaban de un acicate para seguir adelante, algo en memoria de sus muertos y que redefiniera el cuerpo humano y la relación que éste tiene con el cosmos. De esa reflexión surgió el Ankoku Butō --denominado Butō o Butoh en Occidente--, también llamado la "danza hacia la oscuridad".
A través del Butoh, buscarían un nuevo cuerpo --el cuerpo de la postguerra--. El butho es una disciplina que conjunta varias técnicas dancísticas. Se basa en movimientos lentos, expresivos e imaginativos. Hay quienes lo ejecutan sin ropa alguna y quienes se pintan de blanco. La improvisación es un elemento fundamental, mediante sus movimientos el bailarín debe expresar lo que siente, permitiendo que su cuerpo hable por sí mismo. Debe haber varios cambios de estado anímico y transitar entre uno y otro. El propósito básico es unificar mente y cuerpo.
El artista mexicano José Bravo, quien se iniciara como bailarín y coreógrafo en danza contemporánea, con los maestros Luis Fandiño e Isabel Hernández, viajó a la ciudad de Nueva York para ampliar sus estudios en el Merce Cunningham Dance Studio (Estudio de Danza Merce Cunningham). Así mismo, estudio técnica Limón con Jim May. Estando en aquella ciudad, descubrió la danza Butoh de la mano de Mariko Okamoto, con quien colaboró en el grupo Vagabondage Dance Theatre (Vagancia Danza Teatro). José sintió que el butoh le llegó al espíritu y quedó tan seducido que desde entonces se ha dedicado a investigar la expresión de esa disciplina, junto a maestros como Anzu Furukawa, Natsu Nakajima y Diego Piñón.
Después de Nueva York, estuvo en Montreal, Canadá, trabajando con la Compagnie de Théatre de Pol Pelletier (Compañía de Teatro de Pol Pelltier). Ha sido merecedor de diversas becas y reconocimientos.
José Bravo considera que de la danza Butoh emana una sanación no sólo para el ejecutante sino para los espectadores. Asegura que practicar esta danza es un acto de auto-confesión y que el ritual se reactualiza como relato del espíritu. José es fundador y director del Centro de Artes del Movimiento Butoyolotl en la Ciudad de México. Aprovechando que la improvisación es parte fundamental del Butoh, José le ha infundido parte de nuestra cultura. La denominación del colectivo que él comanda es una fusión de las palabras Buto (Butoh) y yolotl --que en náhuatl significa corazón--.
En fecha reciente, José Bravo presentó su nueva producción intitulada REENCARNACIONES -- VENTANA DEL TIEMPO, donde el artista interpreta a diversos personajes pertenecientes a vidas pasadas, en busca de una recreación de su propio colectivo, bajo la premisa de que las vidas pasadas son la herramienta idónea para conectarnos con nuestros sentimientos.
Con REENCARNACIONES -- VENTANA DEL TIEMPO, José Bravo dio una verdadera cátedra de la disciplina Butoh. Ante un lleno total, José presentó una variada muestra de la danza butoh, ejecutando él los movimientos con magistral precisión. En cada cuadro hubo cambios significativos, incluso en el vestuario, mediante elementos que José incorporaba sobre el escenario. En cuanto a la musicalización, también se nota la intervención de José, puesto que no fue todo al ritmo de la acostumbrada música oriental, sino que en un cuadro el sonido asemejaba una marcha y otro tenía cierto toque de sensualidad. Lo cierto es que llegó al corazón de los espectadores.
Es sorprendente la perfección que ha alcanzado este artista mexicano en la disciplina Butoh y el dominio total que tiene sobre cada músculo de su propio cuerpo. Los asistentes se adentraron en el ritual, con respeto y admiración.
La propuesta encontró un digno marco al ser presentada en el solemne AUDITORIO DIVINO NARCISO, dentro de la UNIVERSIDAD DEL CLAUSTRO DE SOR JUANA, ubicado en José María Izazaga número 92, Centro Histórico, Ciudad de México, Al final de la función, el público respondió al artista con un estruendoso aplauso de pie. La presentación fue única, sin embargo, les anticipamos que el colectivo del Movimiento Buyolotl que José Bravo dirige y en el que participa se presentará en septiembre de 2016 en la Sala de Ensayos del Centro Cultural de la Universidad Autónoma de México --UNAM--, así que les recomendamos ampliamente que estén al pendiente de la cartelera y, desde luego, que asistan.
A través del Butoh, buscarían un nuevo cuerpo --el cuerpo de la postguerra--. El butho es una disciplina que conjunta varias técnicas dancísticas. Se basa en movimientos lentos, expresivos e imaginativos. Hay quienes lo ejecutan sin ropa alguna y quienes se pintan de blanco. La improvisación es un elemento fundamental, mediante sus movimientos el bailarín debe expresar lo que siente, permitiendo que su cuerpo hable por sí mismo. Debe haber varios cambios de estado anímico y transitar entre uno y otro. El propósito básico es unificar mente y cuerpo.
El artista mexicano José Bravo, quien se iniciara como bailarín y coreógrafo en danza contemporánea, con los maestros Luis Fandiño e Isabel Hernández, viajó a la ciudad de Nueva York para ampliar sus estudios en el Merce Cunningham Dance Studio (Estudio de Danza Merce Cunningham). Así mismo, estudio técnica Limón con Jim May. Estando en aquella ciudad, descubrió la danza Butoh de la mano de Mariko Okamoto, con quien colaboró en el grupo Vagabondage Dance Theatre (Vagancia Danza Teatro). José sintió que el butoh le llegó al espíritu y quedó tan seducido que desde entonces se ha dedicado a investigar la expresión de esa disciplina, junto a maestros como Anzu Furukawa, Natsu Nakajima y Diego Piñón.
Después de Nueva York, estuvo en Montreal, Canadá, trabajando con la Compagnie de Théatre de Pol Pelletier (Compañía de Teatro de Pol Pelltier). Ha sido merecedor de diversas becas y reconocimientos.
José Bravo considera que de la danza Butoh emana una sanación no sólo para el ejecutante sino para los espectadores. Asegura que practicar esta danza es un acto de auto-confesión y que el ritual se reactualiza como relato del espíritu. José es fundador y director del Centro de Artes del Movimiento Butoyolotl en la Ciudad de México. Aprovechando que la improvisación es parte fundamental del Butoh, José le ha infundido parte de nuestra cultura. La denominación del colectivo que él comanda es una fusión de las palabras Buto (Butoh) y yolotl --que en náhuatl significa corazón--.
En fecha reciente, José Bravo presentó su nueva producción intitulada REENCARNACIONES -- VENTANA DEL TIEMPO, donde el artista interpreta a diversos personajes pertenecientes a vidas pasadas, en busca de una recreación de su propio colectivo, bajo la premisa de que las vidas pasadas son la herramienta idónea para conectarnos con nuestros sentimientos.
Con REENCARNACIONES -- VENTANA DEL TIEMPO, José Bravo dio una verdadera cátedra de la disciplina Butoh. Ante un lleno total, José presentó una variada muestra de la danza butoh, ejecutando él los movimientos con magistral precisión. En cada cuadro hubo cambios significativos, incluso en el vestuario, mediante elementos que José incorporaba sobre el escenario. En cuanto a la musicalización, también se nota la intervención de José, puesto que no fue todo al ritmo de la acostumbrada música oriental, sino que en un cuadro el sonido asemejaba una marcha y otro tenía cierto toque de sensualidad. Lo cierto es que llegó al corazón de los espectadores.
Es sorprendente la perfección que ha alcanzado este artista mexicano en la disciplina Butoh y el dominio total que tiene sobre cada músculo de su propio cuerpo. Los asistentes se adentraron en el ritual, con respeto y admiración.
La propuesta encontró un digno marco al ser presentada en el solemne AUDITORIO DIVINO NARCISO, dentro de la UNIVERSIDAD DEL CLAUSTRO DE SOR JUANA, ubicado en José María Izazaga número 92, Centro Histórico, Ciudad de México, Al final de la función, el público respondió al artista con un estruendoso aplauso de pie. La presentación fue única, sin embargo, les anticipamos que el colectivo del Movimiento Buyolotl que José Bravo dirige y en el que participa se presentará en septiembre de 2016 en la Sala de Ensayos del Centro Cultural de la Universidad Autónoma de México --UNAM--, así que les recomendamos ampliamente que estén al pendiente de la cartelera y, desde luego, que asistan.
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